jueves, 24 de marzo de 2011

Sin miedo a nada... confío en ti

Tú que llegaste por casualidad has eliminado todo el temor de mi vida... Mi mayor miedo era que la soledad se adueñara de mi vida... y tú de golpe y porrazo la has alejado...

Ahora no tengo miedo a nada... podría caminar con los ojos vendados por la vida sólo con el corazón dispuesto a afrontar cualquier reto... Si tu me guías no tengo miedo a lo que venga... Afrontaremos el peor de los retos juntos y con nuestras fuerzas, que se convertirán en sólo una.

¡Confío plenamente en ti! Cogeme de la mano, con delicadeza pero con firmeza. No me sueltes y comienza a andar... yo te sigo sin dudar...


Tú eres el que allana mis pasos. Siempre tuve miedo de dar un paso en falso, por seguir mi instinto y mi intuición. Mis ganas de querer y mis deseos de amar me llevaron a caer en un vacío del que fue difícil luego escapar. Pero ahora eres tú el que me invita a seguirte... tú eres el que has puesto el camino de baldosas amarillas y yo sólo tengo que pasear por ellas para llegar hasta ti.... No me importa caminar por un sendero desconocido si las huelllas sobre las que piso son las que tú acabas de hacer, para que el terreno resulte más facil para mí...

Coge mi mano... no la sueltes, nunca. Confío en ti... no tengo miedo, si es junto a ti.